[Como se nota que el mes pasado empecé de nuevo las clases de coreano, y de pronto mi tiempo libre ha desaparecido. La educación en Corea del Sur es de las más estresantes del mundo, y la verdad es que, a pesar de gustarme el idioma, las clases me están matando. De ahí que haya pasado más de un mes desde la última entrada. De hecho, desde entonces no había jugado ni una partida sobre tablero. Pero gracias a que ahora tengo 1 semana de vacaciones, he podido volver al baduk. Y, por supuesto, poder hablar en coreano ayuda mucho.]

Hace un par de meses abrieron una nueva academia de baduk en Seúl, con la peculiaridad de que todas las profesoras son jugadoras profesionales, incluyendo a Park Jieun 9p (#1 de Corea), Lee Youngshin 5p (estuvo en Barcelona y Sevilla el año pasado), Park Sohyun 2p (estuvo en Barcelona hace 3 veranos) y Choi Dongeun 1p (que ahora también hace traducciones de videos de BadukTV).

En la academia tienen clases para diferentes niveles, así que aprovechando mis escasas vacaciones, decidí probar con la clase destinada a jugadores de entre 3 dan y 5 dan en Tygem (entre 1 y 4 dan europeo). Primero hay una lección de 1 hora, luego un descanso, para seguir con partidas entre alumnos, con la supervisión y comentario de los profesores.

Puedo decir sin ninguna duda que la clase de 1 hora es la mejor «lecture» que he visto nunca. No son como las típicas que hacen los pros cuando viajan por Europa, donde el público es variado y suelen hablar de cosas relativamente sencillas. La profesora, Han Haewon 3p (famosa presentadora en BadukTV) nos mostró un inicio de partida, comentando innumerables variantes, a una velocidad bastante rápida. Una de las posiciones comentadas es la mostrada en el diagrama de arriba, que explicó en unos 10 minutos. Es una de esas posiciones que yo siempre he considerado incómodas para blanco, por la salida de negro en A. Al final pongo varias de las variantes comentadas.

Tras la clase estuve jugando varias partidas. Dos contra alguien de mi nivel (1 a 1). Luego contra un anciano, que me dio 2 piedras, me destrozó, y luego pasamos a 3 piedras, para perder de poco. Finalmente, jugué con «el niño», de 8 años, a igualdad. Todo el mundo se interesó en que yo jugara con él, como si trajera jugadas secretas desde Europa. La partida fue realmente divertida, y al final perdí de 5.5. Y todo el mundo contentísimo. Pero el que más, ¡un servidor!