A veces infravaloramos la enorme diferencia entre un jugador amateur y un profesional. Porque a medida que subes escalones, subir un escalón más se hace mucho más difícil.

No hace mucho veía un artículo (en coreano) de Cho Seokbin (amateur 7 dan afincado en Europa) que comparaba resultados de los 6 dan y 7 dan en Europa: los segundos ganaban casi todas las partidas. Pero un 7 dan amateur no tiene nada que hacer contra un pro «débil».

El siguiente escalón es un pro del top 100: tuve la suerte de conocer a varios y realmente no son de este mundo. Recuerdo enseñarle a uno de estos a jugar al Hex, un juego de tablero del que habré jugado más de 1000 partidas. Pues bien, el chico sólo necesitó escuchar las reglas; en su 1ª partida ya desplegó una red ininteligible de jugadas alternativas que me hizo abandonar.

Y si hablamos del top 10, jugadores como Lee Sedol, Park Junghwan, Gu Li… dioses sobre el tablero.

Hay una historia actual en Corea que se está convirtiendo en leyenda. Parte con el problema de la imagen, extremadamente difícil. A los pros coreanos les encanta retarse a resolver problemas. Un grupo intentó resolverlo, pero no logró encontrar la solución.

Le mostraron este problema a Kim Jiseok 9p (actual #3 en Corea), famoso por encontrar jugadas muy agudas, pero tras 2 horas desistió.

Lee Sedol 9p (#2) lo resolvió en 10 minutos.

Park Junghwan 9p (#1) lo resolvió en 5 minutos.