Sigue la traducción del libro de las 10 partidas de Lee Sedol.

La respuesta del adversario me coge por sorpresa, me golpea el pecho y me desmorono. Tengo el mal presentimiento de que llega una emboscada en un tiempo demasiado temprano. Pero ahora no me queda otra que dar algunos pasos con dificultad. Ordenar mi ánimo y echar un vistazo a los alrededores. El primer camino lo elegí erróneamente pero, como siempre, ¿no nos esperan infinitos caminos?

Negro 7 es una prueba nueva. Me inclino más al lado inferior en lugar del izquierdo, pero en esta situación donde la blanca marcada es alta, mi respuesta correcta era jugar más estrechamente en A. Con negro 7, debería haber antepuesto el borde de arriba antes que abajo-izquierda para tener más influencia. Pero, como resultado, no jugar en A fue un error.

Blanco 8 y 10 es un ataque como respuesta inmediata, y pasar por alto esta técnica (de blanco) me llevó por un camino de penitencia desde el principio. Al jugar negro 7 me estaba esperando una jugada tipo blanco en B, pero el contraataque de blanco me sorprende, y lo que pueda hacer negro ya es muy insoportable.

Hasta blanco 10, este desarrollo de la partida es muy raro que aparezca en partidas profesionales. Aunque esto también es porque la blanca 6 (junto a C), siendo alta, indica normalmente que blanco irá a tomar el punto A. Pero con la zona protegida con negro 7, lo más normal es que la blanca estuviera en C.

Blanco 8 y 10 es el ataque adecuado y con buen resultado, y antes de jugarlo yo no caí en lo básico que es esta forma, así que no me percaté que lo hice mal. Aunque puesto y visto es sencillo, hasta no verlo puesto suponerlo es complicado. Este es el sabor exquisito del baduk, aunque este sabor si llega a la inversa es un «knock down»(sic) y entonces hay que seguir con sangre fría.

Siguiendo su curso (diagrama 3) negro debería moverse y salir con 1, pero tras blanco 4 el desarrollo que se prevee es que arriba y abajo la forma de negro se hace más delgada y claramente quedaría cero satisfecho.