Hace poco en una partida alguien intentó hacerme un truco (hamete en japonés, hamjòngsu en coreano) que no había visto antes. Tengo un diccionario coreano de trucos típicos, que vale su peso en oro, pero este caso no salía. Así que, oliéndomelo venir la treta, esperé con curiosidad la continuación de mi oponente, para aprender. «La 1ª vez que te engañan es culpa del otro, la 2ª es tu culpa«.

La situación empieza como se muestra el diagrama. Tras el acercamiento de la blanca marcada, negro hace la pinza en 1. Blanco opta por contraatacar desde el otro lado. Negro bloquea con 3.

Blanco ahora debería jugar en A o B. Pero se cruza entre las dos piedras negras, jugando en 4. Huele a triquiñuela.

Negro tiene dos opciones. Si da el atari por fuera (en E5) blanco se hace fuerte en el lateral y toma la esquina. Así que la opción sencilla es jugar por dentro, en C5.

Negro da atari en 5, blanco obviamente se extiende en 6, y negro consolida la esquina con 7. Blanco da atari con 8. Por supuesto, se entiende que blanco podría capturar a negro en una escalera si este juega en B.

Negro, en un caso de defensa extrema, pensaría en jugar en A, para tratar de conectar las dos piedras originales (marcadas). Pero Blanco comería en B, y negro aun tendría que acabar conectando con B7. El resultado es un desastre total: blanco gana una influencia enorme en el centro, negro se arrastra por segunda línea, y blanco además tiene la iniciativa, que puede usar para jugar en el lateral de abajo y mapear una zona enorme.

¿Cómo debería jugar negro?

Negro debería ignorar por un momento su piedra de arriba, estudiar las debilidades de blanco, y actuar.

Negro extiende en 9, rompiendo toda posible escalera, por lo que blanco come con 10. Negro sale con 11, aislando la blanca de abajo. Ahora 12 y 13 son alternativas.

El resultado es muy bueno para negro. Negro ha conseguido consolidar territorio en 4ª línea, y además el grupo blanco es débil, porque C8 está en una posición vital. Una jugada de negro por A puede convertir el grupo blanco en un objetivo de ataque.