El fuseki paralelo con shimari empezó a jugarse a mitad del s.XX y sigue jugándose con asiduidad por profesionales. De hecho, hace unos meses ya comentaba que es el más popular en Corea, donde se llama simplemente 1-3-5.

Es curioso como ha ido evolucionando, de modo que muchos libros sobre teoría de fuseki se han desfasado, y con ellos muchos aficionados e incluso webs como Sensei’s Library.

Tradicionalmente blanco jugaba en A, para partir el lateral. Nadie pensaba que blanco en D era correcta, pues la pinza de negro parecía muy fuerte. Así que blanco separaba el lado y negro tenía dos opciones: B o C. Hasta los años 90, negro se aproximaba desde abajo, expandiendo su formación. Tras el cambio de siglo, y gracias a innovadores como Gu Li, se concluyó que era mejor aproximarse desde arriba. Y en esta década los profesionales empezaron a decantarse por evitar blanco A y jugar blanco en D.

Veamos el fuseki de los 90. Blanco separa con 6 y negro se acerca con 7, obligando a blanco a expandirse.

Si blanco opta por hacer una extensión segura de dos espacios, este es el resultado. Parece que blanco está bien, pero queda una dolorosa invasión en A. Por lo que los profesionales consideran que el resultado es bueno para negro, que acaba con dos grupos fuertes y blanco con uno demasiado abierto.

De hecho, negro también podría optar por jugar 9 en B, bloqueando la esquina y a la vez oprimiendo el grupo blanco.

Así que blanco debería hacer una extensión de tres espacios en 8, no tan segura. Lo habitual durante un tiempo fue la invasión directa de negro en 11; blanco tenía que tratar de controlar la invasión respondiendo en A, B o C.

Pero tras unos años investigando, los profesionales concluyeron que no invadir directamente era mejor. Negro juega un tranquilo 9, dejando la invasión pendiente, y blanco expande su grupo con 10. Negro juega entonces la invasión. Blanco, teniendo una piedra ya en la esquina, tiene que decantarse por continuar ahí (si blanco salta ahora en C, la piedra negra invasora también puede saltar). Negro toma el exterior y blanco la esquina.

El resultado se considera ahora favorable para negro. Negro ha conseguido una influencia y grosor superior. La piedra blanca en 6 queda muy debilitada. Y negro tiene sente.

Vista la secuencia anterior, blanco debe solidificarse pronto. La opción sencilla es jugar en 10, creando un grupo fuerte. Negro opcionalmente puede jugar en 11 y 13 para cerrar la esquina totalmente, pero blanco queda totalmente sólido.

Aunque la forma de blanco sea un poco rara, esta secuencia pasó a ser la estandar (joseki). Esto es, se considera igualada.

Pero la entrada del nuevo siglo vio como los profesionales empezaron a aproximarse a blanco 6 desde arriba… (como se detallará en el siguiente post).