Los mejores problemas son los que no tienen un objetivo claro a lograr. Simplemente dicen «negro juega», sin más. Nada de «y mata», o «y vive», etc. Estos problemas, en cierta forma, te obligan no solo a pensar en conceptos tácticos, sino también en estratégicos.
Este problema es un ejemplo. Negro juega. En el diagrama original no hay números, solo se indica que la jugada 9 ha sido la última.
Puedo imaginarme que la posición resulta de una invasión en 3-3, con una piedra extra en E5 (quizás como resultado de otras maniobras de blanco en el lateral izquierdo). Blanco invade ➀, negro bloquea ➋, y más tarde blanco decide jugar en B2 ➄, en lugar del habitual B3. Esta variante sirve para luego saltar un punto más lejos con ➈, a costa de perder el hane posterior en A5. Así que, en teoría, las piedras ➀ y ➈ están conectadas.
¿Qué habrá que hacer?
La solución es sorprendente: negro ➊, bajo la piedra blanca. La idea es que si blanco hiciera hane por el exterior con ➁, negro salta a ➌ y la esquina está muerta. Negro ha logrado cortar efectivamente a blanco.
Obviamente blanco no jugará por el exterior.
La gracia está en que blanco no tiene otra opción que jugar por el interior, defendiendo la esquina, de modo que negro conseguirá beneficio exterior.
Aquí vemos la secuencia normal. Blanco defiende su esquina con ➁. Alternativamente blanco puede jugar en E2, pero negro E3 deja a blanco más pequeño. Negro continua con ➌ y blanco se resiste con ➃. Sin prisas, negro acaba consolidando una pared en el lateral inferior.
Es importante notar que negro ya no necesita jugar en A, pues blanco ya esta vivo en la esquina, y prefiere jugar en ➐ para bloquear el lateral y amenazar bloquear el centro, con B o incluso C.
El resultado es estupendo para negro. Blanco vive donde ya vivía inicialmente, pero negro logra una influencia enorme.
En resumen, un problema con un objetivo confuso, incluso antinatural, pues lo primero que te planteas es cortar a blanco. Pero cuya solución se basa en la flexibilidad, en una estrategia de una mente abierta. Negro le dice a blanco: o me dejas cortarte y te mato, o te fuerzo a vivir a cambio de influencia en el lateral. En ambos casos, la situación trae un beneficio.
Como extra, otro problema similar. Negro juega y usa sus piedras marcadas para contrarrestar la última jugada de blanco.
