El pasado domingo se jugó la partida #7 del sipbongi (o jubango) entre Lee Sedol 9p y Gu Li 9p en Lhasa, Tibet. Hasta el momento el resultado era 4:2 a favor de Lee Sedol, así que era una partida clave para Gu Li. Y clave para ambos países, que luchan por demostrar su supremacía sobre el tablero. Pero las muestras públicas de apoyo de varios pros chinos no fueron suficientes y Gu Li acabó abandonando. Por otro lado, Lee Sedol había hecho la promesa pública de dejar de fumar en su visita al Tibet, lo que en teoría debería haberle puesto más nervioso…

La partida empezó con una supremacía territorial de Gu Li. Lee Sedol tenía que inventarse algo, o iba a perder muy fácilmente.

Lee Sedol separó varios grupos en el centro y diseñó una trampa exquisita.

(En el diagrama) blanco juega 1 para dar un poco de vida a su grupo de arriba. Lee Sedol juega 2, pero blanco lo ignora, con un resultado fatal. Como suele decir una broma habitual aquí, la jugada en 2 es sente… ¿por qué?… porque la ha jugado Lee Sedol. La continuación, cortando con 4, deja al grupo marcado muerto. Secuencia muy difícil de ver, pero si negro empieza jugando en A, blanco acaba con un solo ojo seguro.

Después Lee Sedol no se limita a ganar con tranquilidad, sino que aun juega a matar el otro grupo del centro, forzando cambios a su favor. Toda una muestra de su increible capacidad. Hay otra broma que hacen en Corea, renombrando la famosa película «The divine move» por «The Lee Sedol move».

Me encanta ver estas partidas en directo en BadukTV, porque los comentaristas no dan crédito a las combinaciones de Lee Sedol. Por ejemplo, en la anterior partida (la #6, que también ganó Lee Sedol) llegaron a decir que Lee estaba jugando como un amateur, que no tenía lógica, que parecía que se estaba dejando ganar para darle oportunidades a su amigo Gu Li; hasta que la magia aparece y Lee Sedol gana.

Ahora Gu Li ya no puede ganar, y lo único que puede hacer es empatar a 5 partidas. Esperemos que lo consiga, para que el evento del año y de la década, quede como un perfecto empate. Y, desde luego, espero que en el futuro otros pros se animen a hacer este tipo de encuentros.