En el anterior texto hemos visto el caso del fuseki típico de los 90. Pero cambió el siglo y el milenio y los profesionales empezaron a jugar desde otro ángulo.
Tras la jugada de blanco en el lateral derecho, negro se acerca desde arriba con 7.
Blanco tiene como única posible expansión jugar a 8. Tratar de estirarse más (por ejemplo en A) es una incitación a invasión, y con una formación negra fuerte abajo, saldría mal.
La secuencia continua habitualmente con la prueba en 9, hostigando el grupo blanco. La idea de negro es apretar para generar influencia. Blanco suele contestar en 10, y negro bloquea con 11.
La situación continua con blanco intentando salir con 12. Negro bloquea y acaba formando una influencia hacia el centro arriba.
Por otra parte blanco queda con un grupo débil. La clave es el punto A: si juega blanco, ya está totalmente vivo, pero si juega negro, blanco lo tendrá complicado para vivir. De hecho, si la piedra de P3 estuviera en P4 es aún más complicado.
Así que blanco debería jugar en A, pero negro juega en B y tiene una formación muy interesante arriba.
Habiendo visto la secuencia anterior, se ve que la idea de la piedra en R12 es generar influencia arriba.
Así que algunos pros chinos tuvieron la idea de empezar por arriba, jugando en 9.
Negro logra una formación ambiciosa con negro 11, donde la velocidad es evidente.
Blanco tiene 2 opciones: invadir en A directamente o defender su grupo débil con B. Eso sí, más tarde queda la invasión en C.
Últimamente los profesionales también han probado alternativas a blanco 8, por ejemplo, jugando en R5. Las secuencias que continúan son realmente complejas. Así que, a nivel aficionado, nos debería quedar la imagen del 2º diagrama, y el 3º para probarlo.